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La impermeabilización en cubiertas planas

En general, pero más concreto en construcción, se define un material impermeabilizante como aquella sustancia o compuesto químico cuyo cometido o característica principal es la detener el agua, impidiendo su paso, evitando así que se produzcan filtraciones y humedades en otros elementos.

Pueden tener origen natural (aceite de ricino) o sintético (petróleo), siendo orgánico o inorgánico.
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Los productos impermeabilizantes químicos, tal como los conocemos hoy en día, fueron inventados en Suiza allá por la primera década del siglo XX. Fue el inventor y empresario Kaspar Winkler, quien fundó lo que actualmente se conoce como SIKA AG.

Según diferentes estudios realizados, en la actualidad las humedades son la principal fuente de reclamaciones en las viviendas de nueva planta, así como un problema recurrente en el parque inmobiliario con años de antigüedad y cuyos sistemas de impermeabilización eran deficientes o han sufrido un lógico deterioro a lo largo de su vida útil.

En la actualidad, debido a la gran evolución de la tecnología, existen en el mercado gran cantidad de materiales y sistemas para la impermeabilización de todos los elementos constructivos.

Respecto de las cubiertas planas, tenemos también diferentes sistemas, cada uno con sus ventajas e inconvenientes, adecuados para cada situación, tanto para nueva construcción como para la rehabilitación de edificios. Los principales sistemas empleados son:

1.- SISTEMAS A BASE DE LÁMINAS:

maxresdefault1.01 Láminas asfálticas:

Se trata de productos prefabricados laminares, constituidos por una o varias armaduras, recubiertas por un mástico bituminoso, el cual puede ser polimérico o betún aditivado. La terminación de ambas caras es mediante un material antiadherente y, eventualmente, una protección en una de sus caras.

Este tipo de sistema es muy empleado en España por cualquier empresa de impermeabilización. Como inconveniente presenta la dependencia extrema de la pericia del aplicador, ya que al tener que unir las diferentes láminas y adaptarlas a distintos puntos singulares, pueden presentarse malos empalmes o mal adheridos. Esto hace que con el tiempo, debido a los cambios de temperatura, se terminen despegando por estos puntos críticos, entrando así el agua y provocando filtraciones y/o humedades.

Las láminas asfálticas de betún plastomérico APP o betún elatomérico SBS están fabricadas con materiales de primera calidad. Presentan mayores propiedades de durabilidad, estabilidad térmica, resistencia mecánica y elasticidad que las tradicionales láminas de betún aditivado. Las que exige el CTE actual son de este tipo, solo pudiéndose usar las tradicionales como elementos auxiliares del sistema de impermeabilización.

Las armaduras que se incorporan en o sobre las láminas asfálticas, tienen la finalidad de servir como soporte al material impermeabilizante, proporcionándole características mecánicas tales como resistencia al punzonamiento, estabilidad dimensional, resistencia al desgarro, elongación, etc.

Los materiales que se emplean para las armaduras son:

– Fieltro de poliéster (FP)

– Fieltro de fibra de vidrio (FV)

– Fieltro de poliéster reforzado y estabilizado (FPV)

Dentro de las láminas asfálticas, se pueden colocar de diferentes formas, totalmente adheridas, semi-adheridas o flotantes.

Para todos los sistemas con láminas asfálticas, el soporte deberá prepararse previamente, estando uniforme, seco, limpio y libre de elementos salientes o punzantes que puedan dañar la lámina.

maxresdefault (1)En los puntos singulares, tales como desagües, juntas, encuentros con paramentos verticales, regolas, medias cañas, se deberán realizar trabajos de refuerzo, quedando previamente ejecutados antes de empezar la colocación de la lámina asfáltica, mediante una imprimación, a base de emulsión asfáltica, con una dotación de 330 gr/m2.

Existen diferentes sistemas con láminas asfálticas, que se elegirán en función de las solicitaciones que vaya a tener la cubierta, si se va a quedar vista, revestimiento que vaya a tener encima, etc.

Los sistemas empleados pueden ser:

Sistema monocapa autoprotegido o sencillo: Adhesión a fuego de capa impermeabilizante formada por una capa no adherida a base de una primera lámina de betún plastomérico APP de 5 kg/m2 con armadura de fibra de poliester reforzada, con acabado de aluminio o pizarra (caso de ser autoprotegida).

Sistema bicapa autoprotegido o sencillo: Adhesión a fuego de capas impermeabilizantes formada por una bicapa no adherida a base de una 1ª lámina de betún polímerico APP de 3 kg./m2 con armadura de fieltro de fibra de vidrio (FV, que nos aporta estabilidad dimensional), a la que se adherirá una 2ª lámina a base de una lámina de betún plastomérico APP de 5 kg./m2. con armadura de composite FPV, o una lámina de betún plastomérico APP de 4 kg./ m2. con armadura de fibra de vidrio acabado en pizarra. Las láminas se colocarán en el mismo sentido, nunca en sentido perpendicular, y siempre realizando solapes.

Cuando sea un sistema sencillo, es necesario la colocación de una capa separadora antiadherente y antipunzonamiento, mediante un geotextil, colocado flotante, con solapes de 10 cm. Sobre este se pueden dar diferentes acabados como:

· Recrecido o solera de hormigón

· Baldosa flotante filtrante

· Aislamiento Térmico y suelo flotante

· Cubrición lastrada de canto rodado o grava

· Plots, pavimento flotante 

epdm1.02 Láminas caucho EPDM:

Se trata de productos prefabricados laminares, constituidos por una membrana de caucho EPDM, vulcanizada al 100%, fabricada con caucho sintético del Terpolímero de Etileno-Propileno-Dieno, para toda clase de impermeabilizaciones, cubiertas, balsas, estanques, niveles freáticos, túneles, puentes, etc.

Se presenta en diferentes espesores: 0.5, 1.00, 1.20, y 1.50 mm., teniendo la gran ventaja de que se pueden fabricar hasta 930 m² en una sola pieza, lo que evita el tener que realizar empalmes.

El gran inconveniente que presenta, al igual que las láminas asfálticas, son los solapes y puntos singulares, los cuales son difíciles de ejecutar perfectamente, por lo que se requiere una mano de obra muy especializada para obtener resultados óptimos.

Las características fundamentales que tiene este material son:

–   Posibilidad de sistema adherido o flotante.

– Gran resistencia a la tracción, al alargamiento, al desgarro y al punzonamiento.

–  Permanece elástico a bajas temperaturas.

– Alta resistencia a agentes químicos.

– Excelente resistencia a los rayos ultravioletas y al ozono, no se fisura ni se cuartea.

– Estabilidad dimensional y estable a las temperaturas entre -45ºC y 130ºC.

– Excelente comportamiento frente a asentamientos con una elasticidad y un alargamiento superior al 400%.

– Se deben evitar contactos con aceites minerales y vegetales, con productos derivados del petróleo, con asfaltos calientes y grasas. 

81.03 Láminas de PVC:

La lámina de cloruro de polivinilo (PVC), se utiliza como barrera impermeable en edificación para cubiertas de todo tipo y terrazas. Además se emplean para la impermeabilización de cubiertas y de gran variedad de elementos constructivos, muros enterrados,  también en obra civil en paramentos verticales, túneles o pequeña obra hidráulica como revestimiento de depósitos de agua metálicos, de obra o de hormigón, lagos ornamentales, balsas, piscinas, campos de golf etc.

Las láminas de PVC se fabrican con o sin protección Ultra Violeta según la aplicación a que esté destinada. Si la aplicación requiere que la lámina esté expuesta al sol se deberá colocar una lámina con protección y si por lo contrario la lámina va cubierta por otro material de modo que no esté expuesta al sol, no necesitará dicha protección.

Las láminas normalmente se fabrican en boquilla plana y calandra a base de Cloruro de polivinilo, con estabilizantes y plastificantes que les confieren una buena resistencia a la intemperie, le aportan una alta flexibilidad y muy buena soldabilidad. Presentan también la característica de ser un material autoextinguible.

En la fabricación de las láminas, hoy día se utiliza una tecnología avanzada, pudiéndose confeccionar láminas con unas buenas propiedades mecánicas en una gran variedad de espesores y colores. Pueden estar armadas en su interior con una malla de poliéster intermedia o sin armar, dependiendo de las solicitaciones a las que vaya a ser sometida la lámina.

Las uniones entre las láminas normalmente van termoselladas, empleando un soplador de aire caliente. También es posible utilizar un pegamento especial para pegar las láminas de forma sencilla.

Hay que tener gran cuidado a la hora de los remates de puntos singulares, como cazoletas, encuentros con petos, juntas de dilatación. Para estas zonas existen piezas especiales de remates, suministradas por los fabricantes.

Algo muy a tener en cuenta con las láminas de PVC es su gran dependencia del montador que la instala. La lámina se fabrica en rollos de diferentes medidas (dependiendo del fabricante), y es termosoldada in situ en función de las formas y medidas de la superficie a impermeabilizar.

Este termosoldado realizado in situ resulta fundamental para mantener la impermeabilidad de la cubierta por lo que si no está correctamente realizado, puede dar lugar a problemas de filtración o fugas de agua, sin que esto quiera decir que hayamos elegido un mal material. Por tanto, hay que prestar especial atención en elegir profesionales especialmente cualificados y con experiencia en este tipo de trabajos.

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